jueves, 10 de enero de 2013

UN NUEVO AÑO SIN MILIKI


Miliki, en los años 80

Empieza el año 2013. Hace casi dos meses que perdimos uno de los colores del arco iris, un trozo de cielo en la tierra, Emilio Aragón "Miliki", un hombre que consiguió hacer reír a millones de niños, y que ahora de mayores, los que una vez tanto nos divertimos con él y el resto del grupo de “Los payasos de la tele”, lloramos su pérdida.

Yo era un monigote travieso cuando veía entusiasmado, frente al televisor en blanco y negro, a los payasos del circo.

- “¿Cómo están ustedes?”- decían ellos. - ¡¡BIEN!!! – chillábamos todos los niños en casa. Y empezaba el show televisivo que nos arrancaba una carcajada tras otra, mientras cantábamos a todo pulmón “Hola Don Pepito”, “La gallina turuleca”, “Susanita” y muchas otras.

Ya crecidito estuve en varias ocasiones en distintos circos, con sus atracciones y sus payasos, pero nunca me reí tanto como con Gabi, Fofó, Fofito y Miliki, a los que luego se sumó Milikito, su hijo, el joven Emilio Aragón. Hasta que también Miliki, llevó por media España su “Circo del Arte”, un espectáculo circense, sin fieras, lleno de artistas y acróbatas, y preciosos caballos en sus pistas, y que recibió el Premio Nacional de Circo, en 1997.

Miliki, con los Payasos de la Tele
 Con los años una nueva alegría llegó de la mano de los Reyes Magos, me trajeron “A mis niños de 30 años”, en enero del 2000, y después de muchos años volví a cantar esas canciones, que me sé de memoria, y que mis hijos cantan ya entusiasmados.

Entontes me di cuenta de que mi vida ha estado llena de sonrisas, y muchas de ellas tienen que ver con una persona que hizo de crear felicidad su trabajo; y vi que el payaso es un ángel, sin alas, disfrazado con pintura y enormes zapatones, que regala risas a niños y mayores, y con esa risa mejora todo: nuestro ánimo, nuestra salud, y con ello nuestra vida.
Miliki y su acordeón

 Gracias Miliki, por hacer de la risa un arte, por haber seguido en la brecha tantos años, y haber conseguido que varias generaciones de pequeñajos hayamos sido tan felices. 

Mis hijos y yo seguiremos cantando tus canciones, ese será para siempre, nuestro homenaje.