Las salas de grabado, dibujo y
fotografía del Metropolitan Museum of Art de Nueva York se encuentran llenas de
humor hasta el próximo 4 de marzo de 2012, con la exposición “Infinite Jest:
caricature and satire from Leonardo to Levine.”
La
exposición muestra obras procedentes de la colección del propio Museo, que van
desde el Renacimiento Italiano hasta la actualidad. Así encontramos obra de autores no vinculados de forma
habitual con el humor como Leonardo da Vinci, Eugène Delacroix, Francisco de Goya,
Henri de Toulouse-Lautrec y Enrique Chagoya junto a obras de artistas más a
menudo asociados con el humor, como James Gillray, Thomas Rowlandson, Honoré
Daumier, Al Hirschfeld, y David Levine. Siendo en muchos casos la primera vez
que estas obras se exponen por lo que son poco conocidas.
El
mayor número de la muestra está compuesto por grabados del XVIII y del
XIX, época en la que más
desarrollo tiene la caricatura, especialmente la inglesa y la alemana, aunque
el origen se sitúe en el Quatrocentro Italiano.
Como
dice Ken Johnson en su artículo en el New York Times, “los motivos de burla
varían, pudiendo ser políticos, morales, estéticos psicológicas, sin en embargo
el material básico con el que un caricaturista tiene que trabajar es el mismo,
las características del cuerpo humano”. “También hay –continua Johnson- otros
objetos de burla menos tangibles: la vanidad, la estupidez, el esnobismo, la
deshonestidad, la criminalidad y otras debilidades humanas, probablemente
universales. La caricatura debe seleccionar una o más de ellas y exagerarlas hasta
el punto de la ridiculez”. En todo caso se trata de un género que los artistas han empleado a través de los tiempos, aunque como
reflejan las comisarias de la muestra en el texto del fantástico catálogo
de acompaña a la exposición, “en ocasiones se ha perdido el contexto de la
caricatura” lo que dificulta su entendimiento, pero no por ello deja de perder
su explendida calidad plástica.
La
exposición se presenta según ejes temáticos. En la primera sección se encuentra
centrada en la caricatura en sí. Ahí encontramos obra de los italianos Leonardo,
Wenceslaus Hollar, Hans Liefrinck, Daniel Hopfer o Giovanni Domenico Tiepolo;
los franceses François-André Vincent, Lois-Léopold Boilly, Auguste Raffet y
Joseph-François Foulquier, los británicos William Hogarth, James Gillray,
Charles Williams, Thomas Landseer, Richard Doyle y Thomas Rowlandson, el méxicano Marius de Zayas, el
americano Henry Louis Stephens o el holandés Siegfried Woldhek.
Se pueden
contemplar caricaturas del ser humano mediante la exageración y lo grotesco,
pero también con forma de animal u objeto.
El
segundo bloque temático es el dedicado a la sátira social, burlándose de la
sociedad contemporánea. Aspectos como el peinado o la vestimenta de Gran
Bretaña y Francia son claramente reflejados en esta sección, pero también la
vanidad y las pretensiones, en los aspectos morales, son protagonistas de la
sección, junto a la comida y la bebida, y cómo no, el juego.
No se queda fuera
la moda, el mundo del arte, con una destacada presencia de los caprichos de
Goya.
La
tercera parte de la exposición está centrada en la sátira política, dentro de
la que se encuentra un apartado específico para Francia en la década de 1830,
en la que destacan las obras de Honoré-Victorin Daumier y J.J. Grandville, y
otro apartado en la relación America y México, con presencia de obras de Justin
H. Howard, Thomas Nast (nacido en Alemania), y los mexicanos Alfredo Zalce y
Leopoldo Méndez.
La
última sección de la exposición lleva por título “Celebridades”, y en ella
podemos ver caricaturas de personajes celebres como Eugène Delacroix por
Benjamin o Víctor Hugo por Daumier, así como trabajos de David Levine, entre
otros.
La exposición está
comisariada por Constanza McPhee y Orenstein Nadine
del Departamento de Dibujo y Grabado del Metropolitan Museum of Art, quienes
también han realizado el catálogo de la exposición. Este consta de 216 páginas
de 23 x 25 cms. Contiene 211 ilustraciones, de las cuales 207 son a color. Cuenta con tapa dura y sobrecubierta.
Debemos congratularnos de que una institución como el Metropolitan dedique una exposición al mundo del Humor.
- Juan García Cerrada.-
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