domingo, 16 de octubre de 2011

ASTERIX EL GALO, NACIDO PARA TRIUNFAR

El pasado 26 de setiembre se publicó la noticia del inminente retiro del artista Albert Uderzo, ilustrador y guionista de la serie Asterix el Galo. Uderzo ha cumplido 52 años de trabajo como dibujante de la serie, y 34 como redactor de los guiones desde 1977, cuando murió su socio, René Goscinny, el guionista original.

Sin embargo, como veremos, la serie no terminará con su retiro pues Uderzo ha tomado las previsiones para que el pequeño galo y sus amigos lo sobrevivan.

Asterix ha pasado aventuras como personaje antiguo, pero también las ha sufrido la edición de sus libros. Así, en 1993, al lado de Albert Uderzo, el imaginario guerrero de la Galia afrontó una de sus más duras batallas.

El “enemigo” no fue esa vez el poderoso ejército romano, sino la editorial Dargaud, que hasta entonces había publicado sus millones ejemplares de circulación mundial.
Tras la muerte de Goscinny, Uderzo asumió la realización de los álbumes subsiguientes y decidió fundar su propia compañía (Éditions Albert-René) para continuar con un floreciente negocio que había vendido, a comienzos de los años 80, unos 250 millones de ejemplares de sus 29 álbumenes, traducidos a 41 idiomas.

Para Dargaud, el retiro de Asterix el Galo significó un golpe muy duro por cuanto esa historieta representaba el 40% de sus ventas. Por ello, el litigio con el autor sobreviviente llegó hasta los tribunales de París. Al final, los jueces retiraron a la editorial los derechos de publicación sobre Asterix para dárselos a la nueva empresa de Uderzo, pero Dargaud conservó la gestión de los fondos ya existentes.

Icono del ‘comic’ mundial. El 29 de octubre de 1959 se lanzó en Francia la revista de historietas Pilote. Su cofundador fue el dibujante y escritor René Goscinny, quien ya había realizado los guiones de historietas, como Lucky Lucke y Tin Tin.

En el primer número de Pilote, Goscinny incluyó una nueva historieta de su creación, en asocio con el dibujante Albert Uderzo, llamada Astérix le Gaulois.
Entonces, el cine y el comic recurrían al western americano como fórmula segura hacia el éxito. Sin embargo, con Asterix, Goscinny y Uderzo dieron un giro de 180 grados y se remitieron a un tema netamente francés y dirigido solo al público de Francia.

Las aventuras se ubican en la aldea de Armórica, en el norte de la Galia (actual Francia), en el año 50 a. C., cuando Roma, mediante Julio César, dominaba toda esa región europea. Sin embargo, César no puede someter a la aldea de Asterix debido a la enorme fuerza con la que el guerrero de grandes bigotes y su fortachón amigo Obelix rechazan a las tropas romanas.

La fuerza sobrenatural de Asterix se deriva de una poción mágica que le prepara el sacerdote druida Panoramix. Los acompaña en sus aventuras un perrito llamado Idefix. La historieta fue acogida casi de inmediato por el público francés y experimentó un éxito creciente.
Consagración. Un año después de su lanzamiento, Pilote sufrió problemas económicos; fue adquirida por la editorial de Georges Dargaud, que la relanzó en 1964. Para entonces, y dado el éxito de Asterix, la editorial Dargaud había publicado (en 1962) el primer libro de este personaje: Asterix el Galo, pero con una modesta tirada de 6.000 ejemplares, que se vendieron solo en Francia.
No obstante, en 1964, la ya famosa bande desinée superaba cifras a pasos agigantados con su cuarto libro, AsterixGladiador, impreso en 150.000 ejemplares. Al año siguiente (1965) se duplicó esa cifra (300.000 ejemplares) con el quinto libro: Vuelta a la Galia.

También en 1965, Goscinny y Uderzo lograron la fama mundial con el lanzamiento del primer satélite francés, el 26 de noviembre, bautizado con el nombre de Asterix. A partir de entonces, el éxito de la bande desinée fue imparable y su fama trascendió las fronteras francesas. En 1967, la edición alemana superó a la edición francesa, que fue de 1.200.000 ejemplares.

Hasta hoy se han vendido 350 millones de ejemplares de los libros de Asterix, y se los ha traducido a 107 idiomas y dialectos (incluido el esperanto). Esta publicación se ha convertido en un importante producto de exportación cultural de Francia. Asterix cuenta con su propio parque de atracciones, ubicado en Plauylli (provincia de Oise).
Herencia. Ni los mismos autores lograron explicarse el éxito internacional de esta serie pues la crearon para el público francés. Muchos atribuyen esa amplia difusión a su humor, basado en juegos de palabras, y a la extrapolación hasta la antigua Galia de inventos y costumbres de los tiempos actuales.
Otra razón del éxito internacional de Asterix podría ser la minuciosa documentación histórica que presenta la serie, con detalles de edificios, fondos, instrumentos y vestimentas de la época en la que se sitúa la historia.

Albert Uderzo, de 84 años, había manifestado últimamente sentirse “cansado”, por lo cual se ha acogido a una merecida jubilación, no si antes buscar a tres sustitutos que continuarán la saga: los hermanos Frédéric y Thierry Mébarki se encargarán de dibujar y colorear cada álbum, y Jean-Yves Ferri escribirá los guiones. Los Mébarki trabajan con Uderzo desde 1996.
Cesar Maurel, profesor francés radicado en Costa Rica, dijo sobre Asterix que fue un personaje que nació el mismo año que él. Por esto vio crecer y evolucionar a este personaje, y conoció su gran popularidad, que lo llevó a convertirse en un símbolo de Francia.

Según Maurel, profesor de arte, el éxito de Asterix proviene en gran medida de la forma ingeniosa en la que René Goscinny satirizaba los problemas de Francia.
Maurel también cree que el aislamiento de la aldea de Asterix, asediada por las tropas romanas, simboliza el individualismo del pueblo francés: su resistencia al nazismo, su posición frente a los Estados Unidos y su distancia de la OTAN por decisiones del presidente Charles de De Gaulle.

A diferencia del argentino Quino, quien acabó definitivamente con su personaje Mafalda (como hizo el belga Hergé con Tin Tin), Uderzo ha manifestado su deseo de que Asterix siga publicándose después de su muerte.

Ese es quizás el destino que le espera al valiente guerrero galo eternamente fortalecido con una pócima mágica que, a fin de cuentas, lo convertirá en un héroe inmortal, por generaciones de generaciones.

Óscar Sierra.
El autor es director de los movimientos artísticos La Pluma Sonriente y La Pluma Comic

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