jueves, 5 de mayo de 2011

AVENTURAS DE 51 MAGOS Y UN FAKIR DE CUENCA, O LA SIMBIOSIS DEL HUMOR Y LA MAGIA

Cuando hace 11 años tuve la suerte de conocer al autor de este magnífico y sorprendente libro no podía imaginar los ratos de divertida lectura que me esperaban.

Ángel Idígoras (Málaga, 1962) es una de esas personas polifacéticas que igual te hace una caricatura que te deja boquiabierto con un truco de magia. Muy conocido en su faceta como humorista gráfico, junto a Pachi (Idígoras & Pachi) en conocidas publicaciones españolas como la revista humorística El Jueves ó el diario El Mundo tiene otra faceta menos conocida como ilusionista y como gran conocedor del intrincado mundo de la Magia y su historia.

 Humorista y mago, curiosa y atractiva combinación que dio lugar a la publicación de un libro sorprendente “Aventuras de 51 Magos y un fakir de Cuenca” que a pesar de llevar más de una década publicado (Ediciones Laura, Páginas, 1999) y que ha sido reeditado sigue manteniendo la frescura de la risa y la sorpresa de la magia como el primer día.

Prologado por Alfredo Florensa, las 144 páginas están repletas de caricaturas impresionantes, que ilustran las historias de magos de todas las épocas que Idígoras nos va narrando, con una prosa rebosante de humor.

Nos introduce con una breve historia de la Magia, que no hace sino ponernos en antecedentes de cómo los magos y su ciencia de la prestidigitación y el ilusionismo han sido vistos, juzgados y hasta condenados por llevar a cabo sus trucos de cartas, monedas, adivinación y escapismo, por gente inculta y fanática, que consideraba aquellas artes como brujería y a los pobres magos como subordinados del mismísimo diablo.

Pero como buen libro de magia, ha quedado impregnado en los poderes de los magos que alberga, en forma de caricaturas, y se convierte en un “libro – baraja” con el que los magos atrevidos pueden realizar algunos buenos trucos, siempre que cuenten con el manual de instrucciones, que se proporciona sólo a los magos.

Entretenido, original y además solidario, porque los beneficios de la venta de los ejemplares del libro van a parar a la ONG dedicada a los niños “Aldeas Infantiles”, un ejemplo de altruismo del que todos deberíamos tomar buena nota.

Gracias, Ángel Idígoras, por hacernos disfrutar por partida doble, con la historia, tan desconocida para el gran público de la Magia, y con tu arte, plasmado en la cara de todos y cada uno de los magos que han desfilado por estas páginas.

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