Óscar Sierra Quintero, humorista costarricense, ha publicado un artículo en el suplemento cultural ANCORA del diario La Nación, en su edición electrónica, que nos ha parecido muy interesante sobre el humor gráfico en los sellos postales; queremos darle cabida en este blog, con nuestra sincera admiración por su labor de recopilación de información.
El humor vuela en las cartas
En el año 1840, el maestro inglés Rowland Hill inventó el sello postal: pequeño trozo de papel engomado e ilustrado en el que se indicaba el valor en dinero del envío de las cartas. Gracias a esto nació la afición a las estampillas: la filatelia (del griego ‘philos’, amigo, y ‘telos’, impuesto o tasa), palabra inventada por el coleccionista francés M. C. Herpin.
Mas allá de asignarle el precio a cada carta enviada, desde un comienzo los sellos postales se convirtieron en pequeñas obras de arte en las que se retrataban valores de la cultura de los países, tales como la flora, la fauna, los personajes históricos, el arte y el folclor.
Por eso, se considera que la filatelia es una “ciencia auxiliar de la historia” y que las estampillas son embajadores itinerantes de la cultura de cada nación.
Los asuntos de los sellos postales se han multiplicado con el correr de los años, y hoy son ilimitados. Por ello, el coleccionismo filatélico se ha convertido en una actividad culturalmente enriquecedora.
Entre los temas abordados por las estampillas se han destacado las tiras cómicas y las caricaturas, así como sus más importantes realizadores. Este arte creó una nueva mitología en la sociedad globalizada de los siglos XX y XXI, y sus personajes forman parte ya de la imaginación de toda la humanidad.
Francia tiene muy arraigada la tradición de la bande desineé (banda diseñada o tira cómica) y fue una de las primeras naciones en emitir sellos postales dedicados a sus personajes de papel más representativos, como el galo Astérix, de Uderzo y Goscinny; el aventurero Tin Tin, de Hergé; el cow boy Lucky Luke, de Morris, y los pitufos, de Peyo.
Han seguido Italia con el Corto Maltés, Tex, Lupo y Alberto; Portugal con una serie dedicada el personaje norteamericano Snoppy, y España con sus clásicos Mortadelo y Filemón, el capitán Trueno y varios sellos diseñados por los caricaturistas Mingote, Miguelanxo Prado, y Gallego y Rey.
Al otro lado del océano, a partir de 1991, la Argentina lanzó tres series de sellos dedicados a sus personajes más conocidos: Hernán el Corsario, de José Luis Salinas; Don Fulgencio, de Lino Palacios; Mafalda, de Joaquín Salvador Lavado (Quino); Mort Cinder, de Alberto Breccia y Héctor Oesterheld; Patoruzú, de Dante Quinterno; el Loco Chávez, de Horacio Altuna; Inodoro Pereyra, de Roberto Fontanarrosa; Tía Vicenta, de Landrú, y Diógenes y el linyera, de Tabaré.
Ticos en sellos
En Costa Rica, el primer sello postal se emitió en 1863; es decir, 23 años después de la invención de la estampilla en Inglaterra. Desde entonces, son muchos los temas incluidos en los sellos ticos. Sin embargo, pese a la larga tradición de notables dibujantes que ha tenido Costa Rica, la caricatura y la historieta estuvieron ausentes de las emisiones filatélicas.
En Costa Rica, el primer sello postal se emitió en 1863; es decir, 23 años después de la invención de la estampilla en Inglaterra. Desde entonces, son muchos los temas incluidos en los sellos ticos. Sin embargo, pese a la larga tradición de notables dibujantes que ha tenido Costa Rica, la caricatura y la historieta estuvieron ausentes de las emisiones filatélicas.
En el 2008, en el Foro sobre Filatelia realizado por la empresa Correos de Costa Rica, el autor del presente artículo propuso, en nombre del movimiento artístico La Pluma Sonriente y La Pluma Comic, la emisión de una serie de sellos postales en homenaje a cuatro de los mas destacados caricaturistas costarricenses ya desaparecidos.
Uno es Francisco "Paco" Hernández, talentoso caricaturista catalán afincado en Costa Rica desde fines del siglo XIX, quien cimentó la actividad permanente del caricaturismo en la prensa nacional.
El segundo es Noé Solano, primer gran caricaturista nacional que ejerció su actividad con notable éxito hasta el final de su vida.
El tercer artista es Hugo Díaz Jiménez, Lalo, el caricaturista más destacado en las décadas recientes, dueño de un estilo muy original.
El cuarto artista es Jorge Chavarría, Kokín, pionero de la enseñanza de la caricatura mediante la televisión y colaborador de casi todos los periódicos del país.
Dichos artistas documentaron importantes episodios de la historia nacional y mundial. Su labor en el periodismo gráfico cumplió con los particulares códigos de comunicación visual propios de la caricatura: síntesis del texto y la imagen, y a veces solo el empleo de la imagen.
Esta emisión de estampillas marca un hito histórico en el arte la caricatura y en la historieta costarricense, y en la misma filatelia de nuestro país.
Esta es la primera vez que se emiten sellos en homenaje a cultores nacionales del “noveno arte”: la historieta. Los cuatro maestros del dibujo y del humor ticos estarían felices.
ÓSCAR SIERRA QUINTERO ES DIRECTOR DE LOS MOVIMIENTOS ARTÍSTICOS LA PLUMA SONRIENTE y LA PLUMA CoMIC.
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